Expertos en almacenamiento de sustancias peligrosas matizan que un depósito vacío sigue siendo ‘potencialmente peligroso’
Expertos en almacenamiento de sustancias peligrosas, químicas y contaminantes han confirmado a EsTorrelavega.com que un depósito que haya contenido este tipo de sustancias sigue siendo ‘potencialmente peligroso’ incluso estando vacío, salvo que sea totalmente vaciado a fondo.
La sustancia peligrosa queda ‘impregnada en las paredes’
Tras el descarrilamiento de un vagón vacío en la estación de Tanos el pasado 10 de noviembre, varias fuentes habían apuntado a la posibilidad de que la peligrosidad potencial del vagón no disminuyera por encontrarse vacío.
En este sentido, los expertos consultados por EsTorrelavega.com han determinado que un depósito que habitualmente contenga materias peligrosas como butadieno, ‘siempre tiene restos’, ya que la sustancia queda ‘impregnada en las paredes’ del depósito.
Fricciones o golpes pueden generar chispas
Además apuntan que, en el contexto de un accidente ferroviario -como el recientemente sucedido en la estación de Tanos- se puede producir alguna ‘fricción o golpe’ que genere ‘chispas’ que pueden afectar a los restos que pueda contener el depósito.
Incluso, estos expertos recuerdan que los aerosoles domésticos vacíos ‘también se gestionan como mercancías peligrosas’ porque continúan siendo ‘potencialmente peligrosos’.
El vagón estaba ‘absolutamente vacío’
El miércoles 10 de noviembre de 2010, en la estación que la empresa Adif tiene en Torrelavega, tuvo lugar un accidente de ‘nula trascendencia y sin ninguna consecuencia’, apostilló el Ayuntamiento de Torrelavega, al descarrilar un vagón de materias peligrosas mientras realizaba maniobras de cambio de vía.
El vagón, que se encontraba vacío, sufrió este accidente a las 18.00 horas, y se desplazaron a la zona operarios y responsables de Adif, Policía Local y Protección Civil. Según afirmó el Ayuntamiento de Torrelavega, a las 22.00 horas se dio la operación por terminada, una vez el vagón fue recuperado.
Mercancías peligrosas
La estación de RENFE en Tanos, Torrelavega, acoge desde hace años un polémico espacio que da hogar a diversos productos químicos potencialmente peligrosos, en terrenos gestionados por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que administra las instalaciones de esta estación.
Las expediciones con mercancías peligrosas en la estación comenzaron a "alojarse" en Tanos en 1994. Durante años, el Ayuntamiento de Torrelavega ha venido exigiendo formalmente a la operadora la licencia de actividad, pero sin embargo ADIF niega que tenga la obligación de disponer de dicha licencia.
En la terminal de Tanos se realizan operaciones en tránsito, según la definición del Reglamento de Almacenamiento de productos químicos aprobado por Real Decreto 379/2001, de 6 de abril y publicado en el BOE el 10 de mayo del mismo año. En dicho Reglamento se define como almacenamiento en tránsito, aquél de "carácter esporádico de productos" en espera de ser reexpedidos y cuyo periodo de almacenamiento previsto "no supere las 72 horas continuas".
El Gobierno de Cantabria viene coordinando a los agentes implicados para que pongan en práctica un protocolo transparente de la cadena logística del transporte, que pueda inspeccionarse desde la policía local del Ayuntamiento de Torrelavega y desde la Dirección General de Transportes y Comunicaciones del Gobierno de Cantabria, para que así se pueda comprobar todavía más eficazmente el grado de cumplimiento de todos los requisitos normativos.
Fuga en 2004 y alarma vecinal
Los vecinos de Tanos, alarmados por la presencia de varias sustancias peligrosas en la zona, se han movilizado en varias ocasiones, llegando, incluso, a bloquear el acceso a las instalaciones durante una de sus protestas por la situación. Dos de las sustancias que acoge la estación taniega son el butadieno y el estireno, dos gases altamente inflamables, pero también existe potencial peligro en otros productos, como el dióxido de azufre y el cloro.
Acerca del butadieno, los científicos aseguran que respirar brevemente niveles muy altos de butadieno puede producir daño en el sistema nervioso central, visión borrosa, náusea, fatiga, dolor de cabeza, disminución de la presión sanguínea y del pulso y pérdida del conocimiento.
En 2004 se produjo una fuga de butadieno, gas incoloro pero tóxico e inflamable y de olor similar a la gasolina, que obligó a activar un plan de alarma con la intervención de bomberos, Policía Local y Protección Civil, y al desalojo de unos 300 vecinos de las viviendas cercanas. Una empresa privada también almacena cisternas, en terrenos alquilados por ADIF.
Productos "inflamables, explosivos y tóxicos"
La propia ADIF advierte, mediante carteles instalados en la zona, que existen en el lugar "materiales explosivos" y "materiales inflamables". Además, en las instalaciones, existe también una empresa privada, Quimitran S.L., que gestiona una explanada cedida en régimen de alquiler por ADIF, donde se almacenan camiones cisterna.
Fuentes de Ecologistas en Acción Cantabria (EA) han asegurado a EsTorrelavega.com que en la estación de Tanos se almacenan productos que son "inflamables, explosivos y tóxicos".
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