Escrito por alumnos de segundo de Bachiller del Colegio La Paz
{xtypo_dropcap}C{/xtypo_dropcap}omo diría Samuel Johnson “La gratitud es un producto de la cultura; no es fácil hallarla entre la gente basta”. En el día de hoy que nos despedimos del colegio queremos no ser gente basta y agradecer a nuestro Colegio todo los momentos que hemos vivido. Comenzar llorando y terminar riendo. Todo empezó un día como hoy, cargados de ilusión e incluso lágrimas. caminábamos hacia una vida representada por el colegio y acompañada de una mochila llena lápices y cuadernos. Un conjunto que a lo largo de más de diez años, iría escribiendo día tras día, página tras página, los más de 90 libros que componen cada una de nuestras vidas.
Algunos lleváis más de una década, otros no más de dos años en este centro. Entre todos hemos conformado una gran familia que pese a la adversidad, hemos sido capaces de superar los obstáculos que se nos han presentado junto a las cuantiosas alegrías.
Recuerdos como Salamanca, La Buena Madre, el Desfile o Valencia, forman parte de una larga lista de anécdotas, que ninguno de nosotros podremos olvidar. La creación de un nuevo canal que semana tras semana todo el colegio se sentía expectante, La Séptima, un proyecto inolvidable, sinónimo de escaqueo, luchó por alcanzar sus objetivos, entre ellos, repartir cuantiosas polcas a todos aquellos personajes del momento que se toparon en su camino, que se lo pregunten a Luis Aragonés. La construcción de un dragón para proyecto teatral de Caixa Escena, en donde un grupo de amigos dieron vida a una obra cargada de llamaradas de emoción y amistad, elementos claves ante el deseo por parte de todos de superar las adversidades que día tras día íbamos encontrando. En días como hoy, sentimos con mucha emoción unas palabras sencillas a la par que emotivas tanto para alumnos como para profesores.
Nos preguntamos ¿qué somos?. La respuesta, sencilla a la par que compleja. Un colegio, un gran número de alumnos, una historia que hoy pone punto a un capítulo que nunca tendrá fin. Una hazaña que aún estando en la universidad continuará durante muchos años…y es que cada uno de los pasos que damos como trataba Ortega y Gasset están influyendo continuamente en nuestra toma de decisiones. En estos momentos echamos la vista atrás y nos damos cuenta de todas las horas que hemos estado en este colegio, estudiando o haciendo otro tipo de actividades, cuantiosos recuerdos y anécdotas, han compuesto las más de seis horas que hemos compartido cada día entre estas paredes. ¿Quién podría decir que un “tablao flamenco” pudiese conseguirse durante una clase de economía tener toques de filosofía y humor inglés? Cómo no, destacar a los concursantes del premio nacional de periodismo “El País de los Estudiantes”.
El lunes, entorno a las siete de la tarde, nos comenzamos a hacer participes de ser uno de los tres finalistas a nivel regional, ahora sólo nos queda esperar a la entrega de premios para conocer nuestra posición. Las felicitaciones, aunque obvias, ya sabemos que os las merecéis; y es que pase lo que pase el próximo día en Santander, sois ganadores, de cuantiosos primeros premios: al compañerismo, la amistad, el trabajo en equipo, la superación, sabiduría, humanidad… A lo largo de más de seis meses habéis estado luchando por un mismo objetivo, la final nacional. esperemos que la situación se repita un año más y que regresemos a casa con más de un puñado de chistes verdes.
Pero el éxito lo hemos alcanzado todos los aquí presentes. En este tiempo, todos hemos reído o llorado. Cuando alguno de nosotros se encontraba desanimado le hemos ayudado y gracias a estos apoyos hemos salido adelante. Quizás sea en estos momentos, cuando más orgullosos nos sentimos. Hemos compartido una experiencia que estará siempre en nuestros corazones y la cual vayamos donde vayamos estará siempre presente en nuestras vidas. Como nos dijo un día un ex-alumno en una clase, Boris, la felicidad de estar en un centro como en el que estamos y de tener unos compañeros como los que se encuentran sentados a nuestro lado.
Parte de todo ello, no sería lo que es, si no contásemos con este gran equipo de profesores que nos invitan a aprender mucho más que todo aquello que encontramos en los libros de texto, a luchar por nuestros sueños; una labor que jamás olvidaremos. Es el momento de irnos, mirar hacia delante y aceptar el futuro que nos aguarda en estos años de universidad, será un trabajo duro pero sabemos que merecerá la pena y más si los próximos años son la mitad de buenos que los que lo han sido estos dos últimos. Hemos formado todos los alumnos un gran navío capaz de hacer frente a cualquier temporal inesperado como hemos ido demostrando a lo largo de estos dos últimos años. Siempre estaréis en nuestra memoria, en nuestro corazón, y siempre que podamos, os visitaremos, porque habéis dejado un huella imborrable en todos nosotros. Esperamos que siempre estemos en la memoria de este colegio, como esa promoción participativa, que realizó tantas locuras.
Hoy y siempre Generación 10.
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