Los Grupos de Estupefacientes de ambas Brigadas, decidieron establecer un operativo policial en los inicios de la pasada semana, con el objetivo de concluir una investigación iniciada el pasado verano y en la que se había detectado la presencia de un individuo que introducía grandes cantidades de este derivado del cannabis, utilizando para ello un “turismo” de unas características determinadas y para su posterior distribución en Cantabria.
Dicho operativo fructificó en la tarde del pasado jueves cuando se detectó el vehículo en cuestión, circulando en dirección a Torrelavega, procediendo a interceptarle en el momento que se dieron las condiciones óptimas de seguridad. Tras un minucioso registro del citado vehículo se localizaron 225 unidades en forma oval de hachís -en el argot callejero llamadas «pepas culeras»- introducidas en cuatro calcetines, que arrojaron un peso aproximado de dos mil quinientos gramos. Practicada la detención de su conductor, se le intervino también la cantidad de 2.000 euros en metálico.
Con varios antecedentes por delitos contra el patrimonio, D.R., fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción, en funciones de guardia, de Torrelavega.
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